¿Apoyarías una campaña para que los países europeos dejen de mandar armas a los países en guerra?

Un flujo sin precedentes de armas provenientes de Europa, incluyendo rifles de asalto, lanzacohetes y ametralladoras pesadas, está inundando los campos de batalla de Oriente Medio. Se trata de un negocio que mueve 1.200 millones de euros y consigue hacer llegar armas a las guerras civiles en países como Siria y Yemen, o a grupos armados acusados de violaciones graves de los derechos humanos, incluyendo grupos islamistas como el Estado Islámico (ISIS).

Estas oleadas de armas dificultan el mantenimiento de la paz y estabilidad en las regiones, además de disminuir la seguridad ciudadana. Alrededor de 500.000 personas mueren cada año como resultado de la violencia armada; algunas de estas armas vuelven a Europa y se convierten en un riesgo para la ciudadanía europea.

Tanto los europeos como los no europeos tienen derecho a la seguridad. La UE y los países candidatos a la adhesión deben ser consecuentes y poner en práctica una política sobre el comercio de armas que no fomente la inestabilidad internacional y la inseguridad ciudadana. En su lugar, la UE debería promover el estado de derecho y evitar conflictos, tanto a nivel nacional como internacional.