La crisis de los bancos nos ha costado miles de millones: de entrada, 4,5 millones de euros en ayuda directa al sector financiero. Nuestro sacrificio para rescatar a los banqueros ha significado un coste humano desorbitado: enormes recortes en sanidad y educación, así como en prestaciones sociales. En definitiva, un aumento espectacular de la pobreza en Europa.
Ahora mismo algunos países europeos están negociando un impuesto sobre la especulación que podría frenar las actividades incontroladas que provocaron la crisis financiera. Y esto podría generar miles de millones para financiar escuelas, viviendas y hospitales. Estamos en la recta final - está previsto que las negociaciones acaben en 3 semanas, y el sector financiero está presionando para deshacerse de este impuesto.
A partir del miércoles se celebrarán diversas reuniones sobre el tema y la última palabra se dirá el 17 de junio. Juntos tenemos el poder de gritar bien alto para que nuestros ministros de economía actúen de manera justa en estas reuniones.