Bayer y Monsanto están tratando desesperadamente de fusionarse para convertirse en una de las mayores multinacionales agroquímicas. Juntos, controlarán en gran medida lo que se cultiva en nuestros campos y, en definitiva, lo que termina en nuestros platos. Para que la fusión sea posible, las dos multinacionales tienen que conseguir la aprobación de las autoridades de la competencia en todo el mundo, incluyendo la UE. Bayer ya ha conseguido “convencer” a Donald Trump de que apoye la megafusión, y ahora solo queda una única organización con la suficiente influencia para detener la fusión: la Unión Europea.
Aunque nosotros luchamos en territorio europeo, la lucha contra estas megafusiones es ya global. Cada vez hay más grupos de agricultores, consumidores y ciudadanos como nosotros que se oponen a las mismas. De momento, ninguna de las principales autoridades de la competencia ha aprobado la fusión. Debemos exigir responsabilidades a Margrethe Vestager y pedirle que pare la fusión. ¡Únete a la lucha y firma la petición!